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Cuando hablamos de autenticidad pareciera un tema completamente desconectado al mundo laboral, como si existiera ya un protocolo de: ¿cómo ser en el trabajo? Sin morir en el intento de triunfar; parecería que la forma en como nos vestimos, hablamos y nos comunicamos en este lugar fuera determinante para que nos tuvieran en cuenta, “para vernos profesionales” solo para encajar.

Pero hoy quiero contarles que, en la lucha de encontrar mi lugar en el mundo, de descubrir lo que me gusta e intentar combinarlo con mi vida laboral llegué a Cultness, un lugar que me enseñó que para transformar hay que ser diferentes, hay que pensar y actuar fuera de la caja y confrontar esa palabra que a veces parece ser tan miedosa, ¡ser auténtica!, porque surgen preguntas o como yo suelo llamarlo, la vocecita maternal, que muchos de nosotros que crecimos en un hogar conservador, incluso con creencias religiosas y en mi caso muy estricto, hizo que dentro de mí naciera esa pequeña versión que a veces me habla e intenta limitarme, que me hace preguntas cómo ¿segura que te van a tomar en cuenta con ese color de cabello?, ¿y si mejor elegimos ropa elegante aunque no te guste usar tacones?, ¿qué tal si en el trabajo no te escuchan porque tienes tatuajes?, pero ser auténtico en el trabajo y en la vida puede significar desafiar las reglas y las normas establecidas y esto puede ser difícil e incluso incómodo. Sin embargo, cuando somos fieles a nosotros mismos y no tenemos miedo de ser diferentes, estamos más cerca de alcanzar nuestros objetivos y metas.

Más allá de pensar en cómo te ves físicamente quiero que hoy relaciones la palabra autenticidad con todo eso que habita dentro de ti, que te hace ser único y te llena de potencial; porque yo sé que es difícil creerse el cuento y ser la versión más auténtica, pero es más difícil enfrentar el mundo y los retos laborales con miedo a ser tú, da mucho miedo porque a veces lo más fácil es moverse hacia dónde el mundo te dice que lo hagas para no incomodar a los demás, da miedo salir de la zona de confort, miedo a equivocarse, miedo a hacer el ridículo y eso es lo que nos aleja de conectarnos con nuestra autenticidad, de intentar cosas nuevas.

No podemos negar que da mucho miedo equivocarnos, mostrarnos tal cual como somos incluso en los momentos en los que no somos nuestra mejor versión y aunque la vulnerabilidad es a menudo vista como una debilidad, puede ser una gran fortaleza en nuestra vida personal y profesional. Ser vulnerable significa ser honesto y auténtico acerca de nuestras debilidades y limitaciones, lo que nos permite conectarnos con otros de una manera más significativa. En el trabajo, la vulnerabilidad puede ser especialmente valiosa, ya que puede ayudarnos a construir relaciones más fuertes y efectivas con colegas, clientes y superiores. Al estar dispuesto a admitir nuestras fallas y mostrar nuestras emociones, podemos crear un ambiente de confianza y respeto mutuo, lo que puede llevar a un mayor compromiso y productividad. Cuando somos auténticos, estamos en sintonía con nuestro verdadero ser y esto nos permite ser genuinos, honestos y tener un impacto positivo en las vidas de aquellos con quienes trabajamos.

Para terminar, quiero decirles que debemos estar dispuestos a ser rebeldes, a romper algunas reglas, a decepcionar a algunos. Porque al final del día vale la pena llenarse de confianza, mantenernos fieles a nosotros mismos y ser auténticos será lo que nos acerque al “éxito”, a lo que sea que definamos como éxito y, además, inspiraremos a otros a hacer lo mismo.

Valeria Torres Giraldo

Titan de la escucha

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