La teoría del capitalismo consciente de Raj Sisodia y John Mackey establece como uno de sus pilares fundamentales el liderazgo consciente, definiendo una diferencia fundamental entre el liderazgo y la gestión: “el liderazgo consiste sobre todo en cambio y transformación. La gestión consiste en eficiencia e implementación.”
Esto no significa que las compañías necesitan más gestión y menos liderazgo, sino que es necesario promover ambas en su justa medida y que sean complementarias. Es muy claro que en las compañías regularmente se promueve el desarrollo de habilidades para alcanzar mejores niveles de desempeño y productividad, especialmente por parte de los líderes, sin embargo, pocas veces se habla de las habilidades que requieren estos líderes para poder liderar personas. Un líder es, ante todo, un guía y una persona que motiva a los demás, por eso es fundamental que se trabaje en el desarrollo de las habilidades propias de esa tarea.
Pero ¿Qué es eso que hace un líder con propósito?
- Parece obvio, pero debemos decirlo: un líder con propósito tiene claro su propósito. Reconoce y sabe el porqué de lo que hace, pero también acompaña y guía a su equipo en ese descubrimiento, pues es consciente de que las personas que encuentran el sentido de lo que hacen son más felices. Es ahí cuando el trabajo se convierte en vocación, más allá de pensarse como una carrera o un cúmulo de tareas.
- Un líder con propósito trabaja en su ser para encontrar su mejor versión y, por ende, convertirse en un mejor líder: sabe y reconoce que todos tenemos asuntos por sanar y trabaja en ello. Para trabajar en esa mejor versión atienda aquellos teman que no le permiten progresar y donde su ego puede salir a relucir.
- Sabe identificar las fortalezas de su equipo, sus talentos y el para qué es bueno cada uno. En muchos casos a los líderes les cuesta soltar el control por miedo a ser reemplazados o superados; sin embargo, un liderazgo consciente y con propósito sabe reconocer las habilidades y talentos de cada uno de los miembros de su equipo y, de acuerdo a eso, toma decisiones acertadas para crear equipos de alto rendimiento, optimiza el trabajo de todos y los empodera.
- Confía en los talentos y capacidades de su gente y sabe delegar. A esta habilidad la denominamos ser “la mamá pájaro” y consiste en enseñarle a su equipo para después dejarlos volar con autonomía y confiando en que serán capaces de lograr los objetivos. Además, se atreve a enfrentarlos a diferentes retos para que descubran su potencial.
- Refuerza el espíritu de grupo (lee aquí acerca del espíritu de grupo) Logra que su equipo se vea como un conjunto, tenga objetivos comunes y se evite la rivalidad y la competencia.
- Equilibra su vida entre lo familiar, laboral y personal y enseña ese equilibrio a su equipo. Un líder con propósito es capaz de ser equilibrado con su vida y sabe que no todo gira alrededor de su trabajo. Además, es capaz de enseñar a su equipo de trabajo cómo desarrollar ese equilibrio.
¿Te sientes identificado con alguna de estas habilidades? ¿Quisieras poder desarrollarlas? Aquí podrás encontrar herramientas que aportarán al crecimiento de un liderazgo más profundo y sano.