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Mujeres naturalmente dramáticas

“Los problemas de la casa no se llevan al trabajo”. No sé en qué momento algo tan natural como tener, experimentar y vivir con emociones se convirtió en una debilidad. Desde tiempos inmemorables las emociones han sido catalogadas de maneras absurdas y culturalmente las incorporamos en ese manual imaginario acerca de cómo comportarse en el trabajo, en la sección de las cosas que no están permitidas; cuando estaba decidiendo sobre qué escribir en este artículo pensé mucho en los roles que tenemos las mujeres como protagonistas del drama; drama que atribuimos a la acción de llorar cuando estamos tristes, saltar de felicidad con una buena noticia o tomar la palabra y responder ante un acto de injusticia; pero me surgió el interrogante sobre ¿por qué las mujeres?, ¿acaso a los hombres les es más fácil no mostrar todo esto en sus trabajos?, ¿no es entonces un problema de los seres humanos que no sabemos dejar los problemas en la casa, sino que es un problema solo de las mujeres?, me di a la búsqueda de información y me encontré con un muro de realidad aterradora.

Haciendo un recorrido por diferentes investigaciones encontré que las emociones no solo son difíciles para el género femenino y que intentar reprimirlas es un comportamiento mundial que afecta diferentes áreas de nuestra vida, si el tema de hoy fueran las emociones podríamos mencionar las cifras escalofriantes que aparecen cuando relacionamos las emociones y los hombres, por norma general, tienden más a no exteriorizar lo que sienten y la búsqueda de ayuda se ve como un indicador de la falta de masculinidad, así que muchos hombres se convencen de que tienen que resolver sus problemas por ellos mismos y no hablan de lo que esto les afecta. La doctora en psiquiatría Anne María Möller-Leimkühler en un artículo realizado por BBC News, aseguró que la tasa de suicidios entre hombres es al menos tres veces más alta que entre las mujeres, y es así en todos los países, con pocas excepciones, como por ejemplo China; (BBC News, 2016) pero podríamos dedicarle todo un artículo a este tema y lo importante de ponerle atención a esta situación, elijo mencionarlo porque quiero dejar abierta la posibilidad de cuestionarnos desde otros lados de la historia.

Pero volviendo al tema de las mujeres, las emociones y el mundo laboral, los aprendizajes han sido diferentes. Comencemos por recordar que a lo largo de la historia, a las mujeres siempre se les ha dado un rol tradicional en el hogar: hacer las tareas de la casa, cocinar, limpiar y cuidar de los niños; y apenas en el siglo XX las mujeres marcaron un hito importante en sus derechos accediendo a la posibilidad de trabajar con la particularidad de incluirnos solo en trabajos muy femeninos como las tareas de enseñanza, cuidado de niños y algunos trabajos de oficina dónde nuestras habilidades “naturalmente femeninas” podían ser aprovechadas.

El término de “habilidades naturalmente femeninas” me hizo recordar una entrevista que le hicieron a David Escobar, Director Ejecutivo de Comfama en el programa 3 Lecciones, donde eligió hablar y hacer énfasis en la importancia de reconocer las energías femeninas y masculinas que absolutamente todos tenemos, independiente del género con el que nos identifiquemos; David explicó lo mucho que entender y reconocer este tema le hubiera facilitado crecer auténtico dentro de sus gustos personales, integrarse y no sentirse en conflicto consigo mismo, sin la necesidad de catalogarse como “demasiado femenino” por admirar la poesía o la jardinería y no definirlo “poco masculino” porque no le gustaba el futbol; todas estas enseñanzas que tenemos de las diferentes culturas, han dejado en las mujeres la sensación de ser dramáticas y a los hombres de ser débiles cuando muestran sus emociones, ahora si lo llevamos al mundo laboral, es otra máscara que debemos sostener para ser eficientes y aceptados.

Para terminar es importante resaltar que la lucha que las mujeres tenemos ahora en el ámbito laboral está enmarcada en poder ser naturalmente mujeres independiente del cargo que queramos aplicar, que aún con nuestras emociones a flote y esas habilidades que nos caracterizan son un potencial para liderar equipos desde lo humano, para cargos gerenciales en los que cada día es más importante pensar en las personas para obtener mejores resultados y ahora que llega de nuevo la conmemoración al día de la mujer, en un futuro no muy lejano poder transformar las cifras que arrojó El Tiempo el 8 de marzo del 2021 dónde se afirma que en Colombia hay solo una mujer por cada 15 hombres en una junta directiva.

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