Skip to main content

Desde que comenzamos nuestro proceso de crecimiento y desarrollo como humanos, nuestro entorno nos va mostrando opciones y nosotros, de forma consciente o no, vamos eligiendo que queremos ser y que no. Sobre todo, en nuestra adolescencia nos enfrentamos ante la gran pregunta de quienes somos, y buscamos desesperadamente ser alguien, ser esto y no aquello, dependiendo lo que consideramos adecuado o mejor

Cuando decidimos o aceptamos que somos esto o aquello, es como si nos negáramos a ser su opuesto, y la pregunta es, que tanto nos perdemos por decir “yo soy” así y no de otra forma, casi que quitándonos el permiso de danzar entre todas nuestras posibilidades de ser y estar en el mundo. Si bien con esto estamos desarrollando nuestra personalidad y el mundo nos dice que lo estamos haciendo “bien”, hay mucho de lo que nos perdemos y limitamos, y estos limitantes nos acompañan toda nuestra vida, tanto dentro como fuera del trabajo

En la psicoterapia Gestalt se habla de polaridades, como una parte de nuestra humanidad, y es bonito como nos enseña que en realidad las creamos como un mecanismo para establecer limites entre nosotros y el mundo, que son muy necesarios, solo que, terminamos olvidándonos de la realidad de que siendo portador de polos, por decirlo de alguna manera, hoy puedo ser uno y mañana otro; Eduardo Carabelli en su libro “Entrenamiento en Gestalt”, menciona, “los dos polos se complementan mutuamente y se necesitan mutuamente para existir. Si no existiría la oscuridad no podríamos ver la luz…”, cuando día a día pretendemos ser una sola cosa o de una sola forma, terminamos reprimidos y castigados, en el trabajo, por ejemplo, si normalmente soy la persona responsable y cumplida, me cuesta conectarme con la posibilidad de no cumplir, incluso si es por una calamidad medica o familiar, y si incumplo, termino juzgándome porque “yo no soy así”, y así miles de ejemplos más, en el que terminamos esclavos de lo que nosotros decimos que somos

Claro que aquí entran muchos temas a jugar, el como me ven los demás, lo que los otros esperan de mí, sobre todo si soy un líder de quipo o estoy buscando “crecer” en la empresa, sin embargo, hoy mi invitación es justamente a que te preguntes ¿Cómo estoy con mis polaridades?, ¿en cual o cuales me siento mas cómoda?,  puede que lo mío sea ser un líder seguro y eficaz, y la pregunta es cuantas veces necesito es de mi polaridad de vulnerabilidad para manejar una situación o encontrar una mejor solución

Nuevamente cito a Edu, “nuestra tarea consiste en ampliar nuestra mirada y darnos cuenta de que estamos tratando de separar lo que está unido”, “la salud está relacionada con la integración de los aspectos polares…”, entonces el reto es conocer y descubrir mis polos, conocerme en ellos y danzar en cada uno como mejor lo necesite

Los niveles de integración de las polaridades son cuatro, en los que se comienza en una etapa en la que ni reconocemos que existe nuestro polo de absolutamente todas nuestras formas de existir en el mundo, y poco a poco vamos avanzado hasta integrarlos. No tengas miedo de explorar tus polaridades, si eres el líder dulce y familiar, reconoce tu polaridad, que quizás es ser un líder directo y tajante, cuando así se necesite, si eres el trabajador poco creativo, quizás también este en ti la posibilidad de ver posibilidades y dar ideas locas que lleven a grandes cambios

En Cultness no creemos que haya una sola verdad, cuando trabajamos sabemos que hay miles de formas de hacerlo, y nos gusta creer que en todas hay aprendizaje y algo por descubrir, por eso nuestros espacios son a la medida y de acuerdo a las necesidades, no tenemos miedo de hacerlo diferente y, sabemos que, con todas nuestras polaridades, en luz y oscuridad, es posible transformar la experiencia del trabajo

Diana Velilla

Titan del arte.

Loading

Dejar un comentario