Al comenzar a escribir este artículo pensé mucho en todas las personas que están iniciando su vida laboral, pensé en nosotros los jóvenes que apenas nos estamos adaptando a la vida “adulta”, además, pensé en aquellos que llevan años de experiencia. Sé que recordarán lo duro que al principio fue aprender a decir <NO> o posiblemente lo que les ha costado poner límites en el trabajo.
Constantemente nos encontramos con personas a las que se les dificulta decir no, sobre todo en el entorno laboral; por ejemplo: yo. Antes de llegar a Cultness normalizaba mucho las cargas laborales que no me pertenecían y que lo hacían ver como favores o aportes al equipo de trabajo, pero meses más tarde caí en cuenta que esas tareas eran cosas que los demás no deseaban hacer y nada mejor que delegar tareas a alguien que no sabe decir <NO>.
Recordé a mi papá diciendo que el trabajo no tenía que ser algo que me quitara la tranquilidad, que me agobiara ni afectara mi salud mental y todo esto porque en ocasiones lo llamaba muy estresada a decirle que no sabía si iba a ser capaz de cumplir con mis pendientes y los que me pedían los demás a tiempo.
Sé que todos a los que se nos dificulta poner límites casi siempre tenemos una excusa diferente y algo que termina justificando porque asumimos tareas que no nos corresponden y más cuando las tareas vienen desde personas con cargos superiores al tuyo. En mi caso, antes sentía presión por lo que pensaran si les decía que <NO>, pero luego se volvió algo personal, queriendo controlar todo al tiempo y retándome a que todo lo debía terminar rápido, hasta que un día eso no salió tan bien como pensaba.
Mi necesidad de aceptar todo se fue notando más cuando comencé a trabajar en Cultness, en ocasiones me pedían apoyarlos en alguna tarea y yo inmediatamente decía que si a todo, pero habían ocasiones en las que no lograba entregarles lo que me pedían a tiempo por todo lo que ya me demandaban mis pendientes, hasta que un día estaba reunida con Nico y en medio de nuestra conversación tocamos el tema de mi problema con los límites y simplemente decía que no podía sin afectar los pendientes míos ni el de los demás.
Ustedes se preguntarán, ¿Cuál es la importancia de decir no? Saber decir <NO> es lograr llegar a conocer tus propias necesidades y deseos. Sin embargo, esto no se trata de negarse rotundamente a todo, sino de respetar tus tareas y tiempo que demores en hacerlas, es también que la otra persona sepa que tu conoces tus ocupaciones y, sobre todo, tus límites. Pero tranquilos, esto no es solo para la vida laboral, sino que también ayudará en todos los aspectos de tu vida.
Para ser sinceros, todo el equipo me ayudó a decir NO cuando era necesario hacerlo, me enseñaron que nos podemos ayudar uno al otro sin afectarnos y que es bueno pedir ayuda cuando lo necesitemos, pero no entraré mucho en contexto sobre pedir ayuda, eso lo hablaremos en otro artículo.
Hubo pasitos claves que me ayudaron a colocar esos límites y a tener más empatía conmigo misma, por ejemplo, responder de manera positiva, en ocasiones también sirve que la otra persona conozca la razón por la que dices <NO>. El conocer mis pendientes me ayudó para tener claridad de cuándo y en qué fecha necesitan entregarse, además en muchas ocasiones me sirvió proponer alternativas para facilitar el trabajo de todos.
En conclusión, saber decir <NO> te facilita el poder poner límites en todos los aspectos de tu vida, pero ojo, no se trata de dejar de ayudar al otro en actividades que lo necesite, recuerda que en algún momento también puede ser que necesites ayuda y seguramente tu equipo de trabajo estará ahí para ti, se trata de ser consciente y honesto, tal vez eso aporte más que decir si sin estar seguro.