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Virgin Group: lecciones y aprendizajes de la mano de sus CEO’s en Necker Island

En junio de 2015, la noticia de un medio español titulaba “Branson reúne a los 50 emprendedores del futuro”. ¿De qué se trataba esto? Nada más y nada menos que de la increíble oportunidad que tuvimos 50 emprendedores y empresarios de América Latina, Europa y Estados Unidos de reunirnos con el fundador del grupo Virgin, Richard Branson, en Necker Island, su isla privada en las Islas Vírgenes Británicas.

Richard Branson es uno de los empresarios más reconocidos a nivel mundial y sin lugar a dudas, un líder excepcional que ha marcado un hito en el mundo empresarial a nivel global. Su compañía Virgin Group se ha convertido en una de las organizaciones más diversas incursionando en muchos sectores económicos y uno de los factores que más me ha impresionado de su forma de hacer negocios ha sido su capacidad para ser disruptivos, pues básicamente sector al que ingresan, sector que transforman con sus nuevas formas de hacer las cosas.

Para ponerles un ejemplo que ilustre mejor esta idea, cuando Virgin entró al mercado de las aerolíneas fue la primera compañía de servicios aeronáuticos en incursionar con un sistema de entretenimiento a bordo para sus pasajeros. Esto obedece a una idea que desde el grupo Virgin se habla y defiende mucho y es la importancia de la experiencia del cliente en conjunto con la tecnología, es decir, de qué manera se puede poner la tecnología al servicio de la experiencia del usuario. Esto me llamó mucho la atención, pues en muchas ocasiones las empresas pensamos la tecnología como una herramienta para mejorar nuestros procesos internos, pero no para ponerla al servicio del cliente.

Richard Branson, en su libro, el Estilo Virgin, aborda las 4 claves que su compañía ha implementado para el éxito de su negocio. La primera de estas cuatro es “escuchar”: escuchar a nuestros clientes, competencia, proveedores e integrantes de nuestras empresas en lo positivo y en lo negativo es algo tan valioso como necesario en la medida que nos permite avanzar en la mejora continua de nuestro servicio.

Richard Branson en su texto menciona que los grandes líderes del mundo lo han sido más por su capacidad de escucha que por su misma capacidad oratoria. Solo por citar un ejemplo, Winston Churchill es uno de esos grandes dirigentes mundiales a los que Branson hace alusión, asegurando que sus grandes habilidades como orador y escritor se debía precisamente a su capacidad para escuchar. “No obstante, Winston Churchill era famoso por su capacidad para escuchar atentamente a su interlocutor; conocemos su opinión sobre la importancia de escuchar a través de otra de sus frases célebres: “se requiere coraje para levantarse y hablar; también se requiere coraje para sentarse y escuchar”.[1]

Aprender, reír y liderar son los otros 3 principios que han resultado claves para esta compañía internacional a la hora de hacer negocios.

Con respecto a este tema de la escucha y como experiencia personal, me impresionó de manera muy positiva que durante este ciclo de conferencias en las que los CEO’s de varias de las empresas del grupo Virgin tuvieron su intervención sobre el negocio, Richard Branson estuvo presente escuchando atentamente a cada uno de ellos hasta el final de su interlocución. No solo eso, sino que siempre se ubicaba detrás de todos los asistentes de tal manera que él no se llevara la atención de ese momento y pasara desapercibido.

Este gesto en particular me permitió reflexionar en varias cosas: Branson es un líder cercano a su equipo, que confía en ellos y les hace sentir esa confianza y que siempre está atento a escucharlos. Además, tiene una gran habilidad que es muy propia de muchos líderes: sabe encontrar esos talentos que caracterizan a cada uno de los miembros de su equipo.

Durante esta experiencia cada uno de los empresarios y emprendedores tuvimos la oportunidad de conversar con él de varios aspectos relacionados con nuestro negocio. Es un hombre que permanentemente está siempre en disposición de escucha: estuvo más tiempo escuchando que hablando y eso lo sentimos durante nuestros días en la Isla.

Y ni qué decir de su actitud a la hora de divertirse y hacer divertir a los demás. En algún momento se paró a bailar sobre la mesa en la que estábamos todos y nos hizo parar a los demás (terminamos todos bailando). Richard Branson a sus casi 70 años es uno de esos líderes que nos demuestra que la edad es una cuestión meramente biológica, y la actitud divertida de un líder es una construcción personal.

Una lección que inspiró mi forma de ver las cosas fue cuando Branson nos habló de que como empresarios debemos dedicarnos a ver el “big picture” (o la gran fotografía) de nuestro negocio y delegar a alguien mejor que nosotros para que dirija la empresa. Esto es precisamente lo que él ha hecho con su organización, identificando a personas que sean mejor que él para dirigir sus empresas, mientras él se dedica a observar el negocio de forma macro para encontrar nuevas formas de mejorar y crecer y a identificar nuevas oportunidades de negocio. Ese fue, para mí, un momento que partió en dos la historia de Contento, pues a partir de allí me traje la idea de diversificar nuestros negocios hacia otros sectores económicos en los que pudiéramos también agregar valor y fue así como nacieron Contento Cultness, Contento Foods, Contento Tech, Corchuelo Studios y Anggy Corchuelo como marcas que hacen parte de un gran grupo empresarial al que bautizamos “Grupo Contento”, siendo Contento BPS la pionera de todo esto.

La tercera lección valiosa que me trajo esta experiencia se trata de los sueños. Volver a ver que los sueños sí se hacen realidad si se trabaja con fuerza y constancia por ellos. Particularmente con el ejemplo de la marca Virgin Galactic con la que Branson planea llevar turistas al espacio. Fueron años de trabajo y una inversión multimillonaria para lograr que la firma del grupo Virgin realizara su primer viaje al espacio en el año 2019 con dos pilotos y una tripulante. ¿Quién hace algunos años habría pensado en llevar viajeros al espacio? En este punto, vuelvo a recordar que cuando una organización se propone y sueña con ser disruptiva y hacer cosas diferentes, siempre con constancia y el equipo adecuado, lo podrá alcanzar.

[1] Branson, Richard. “El Estilo Virgin. Escuchar, aprender, reír y liderar”. 2014. Pág. 27

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