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Hablemos sobre alegría y felicidad, ¿son la misma cosa?

Estos son dos conceptos que presentan una confusión muy generalizada en la gente. Se tiende mucho a pensar que alegría es sinónimo de felicidad o felicidad sinónimo de alegría. Para aclarar estos dos términos debemos partir de una base: la alegría es una emoción que, así como todas las emociones, es momentánea y efímera, pues es posible que una persona en un mismo día pueda experimentar tristeza, alegría, rabia o miedo, todas estas emociones muy humanas que se experimentan en el día a día.

La felicidad, por su parte, es un estado del ser humano. “La Psicología Positivista y su paradigma positivista encuentran la felicidad como un consolidado, una suma o incluso una integralidad de situaciones y condiciones, actividades y emociones positivas como el orgullo, el placer corporal, los momentos de alegría.” [1]

Creo en esta idea de la felicidad como integralidad, tal como lo plantea la psicología positiva. Y para aterrizar un poco el concepto, que para muchos puede ser confuso, me permitiré plantear algunas características que identifican a las personas verdaderamente felices:

Estas personas tienen un propósito, es decir una meta con significado, y es esto lo que da sentido a lo que hacen cada día. Cuando el ser humano encuentra un sentido en lo que hace, esto lo que ocasiona es que exista una sensación de plenitud y de significación a su existencia.
Son personas optimistas frente a la vida y que encuentran un para qué a lo que les sucede.
Son personas que ven e identifican sus fortalezas y aquello en lo que son hábiles.
Una de las características más importantes es que las personas felices son altamente resilientes, por lo cual la adversidad es vista como una oportunidad para aprender y crecer.
Cultivan buenas prácticas y hábitos en su rutina diaria, por ejemplo: el hacer ejercicio, la meditación, la alimentación consciente, el descanso efectivo.
Se dan el permiso de ser humanos, que implica permitir habitar todas las emociones sin quedarse anclado a ellas. Las emociones hacen parte de nuestra humanidad y es sano permitirnos sentirlas.
Trabajan mucho el sentido de la gratitud y agradecen cada circunstancia o situación que atraviesan porque estas nos permiten aprender.
un viaje de felicidadCuando se trabaja en todos estos aspectos, la Psicología Positiva indica que el ser humano llega a un estado de “Florecimiento próspero o máximo rendimiento”. Cuando alcanzamos este nivel pueden seguir llegando situaciones complejas y adversas que nos lleven a atravesar emociones “negativas” (como nos las han enseñado) como la tristeza, la rabia o la frustración, pero la persona se va a recuperar mucho más rápido pues cuenta con un espíritu más resiliente.� Esta persona, en primer lugar, no caerá al nivel en el que se hallaba antes que, según la Psicología Positiva, se denomina “confortablemente adormecido”, y en segundo lugar, se va a recuperar mucho más rápido de esa emoción.

Esta es una de las razones por las que se considera que las personas felices son capaces de ser más resilientes, es decir, de reponerse más rápido de las situaciones negativas o adversas que la vida les presenta.

La felicidad, en últimas, es un estado al que se llega mediante un trabajo de consciencia. No requiere esfuerzos extraordinarios, pero sí una convicción de que a ella se llega siendo agradecidos, encontrando un propósito en lo que hacemos y viviendo conscientemente en el presente.

Cada emoción es importante que sea vivida y atravesada, llámese como se llame: tristeza, rabia, frustración, miedo o alegría y euforia, pues sentir las emociones también hace parte de la felicidad cuando nos permitimos aceptar nuestra vulnerabilidad.

En últimas, me gustaría invitarte a reflexionar sobre si eres realmente feliz, si ya encontraste ese propósito en tu vida, si estás siendo agradecido. Te invito a realizar el ejercicio de que cada día te hagas consciente de lo que has logrado y vas a ver cómo un sentimiento de gratitud irá llegando a tu vida. Si algo te puedo asegurar con certeza es que uno de los grandes secretos de la felicidad se halla en la gratitud.

Empieza a hacer esto por un tiempo y notarás los cambios.

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[1] Corchuelo, Anggy. Un Viaje de Felicidad. (2017).

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